LA DOBLE CARA DE LA MONEDA DE LOS
CENTROS DE RECUPERACIÓN DE ESPECIES AMENAZADAS Y CRÍA EN CAUTIVIDAD
En este sentido, se ha visto la necesidad de crear centros para la recuperación de especies amenazadas y cría en cautividad. Sin embargo todo no es color de rosa, pues muchos son los que se interesan por el tema con el anhelo de liberar a los animales a su medio natural, pero desconocen las implicaciones que trae consigo, como el alto costo de la recuperación de los animales, la falta de conocimiento sobre la labor de los centros de recuperación, que no solo deben ser constituidos o catalogados como hospitales de animales salvajes, sino que tienen como fin recuperar y rehabilitar los ejemplares, evitar su desaparición, devolverlos nuevamente a su hábitat natural.
También suponen una fuente importante de ejemplares para la investigación científica, tal es el caso del estudio de potencial biológico y farmacológico de los exudados de la rana y el veneno de serpientes del grupo de la Universidad de Cauca, que se encuentran estudiando específicamente la secreción cutánea y el veneno de serpientes para uso farmacológico. En este estudio se han encontrado sustancias antimicóticas y sustancias que detienen el crecimiento tumoral, lo cual puede a largo plazo, generar resultados positivos, sin embargo se deben hacer los ensayos pertinentes para ser aplicado en seres humanos, lo cual implica tener que sacrificar a más especies. Especies que son seres vivos, que sienten, pues como lo ratifica el neurocientífico Richard Davidson, aunque todavía no ha sido posible demostrar si los animales tienen consciencia, se reconoce que son seres sintientes y como todos los seres sintientes, buscan siempre vivir libres de sufrimiento y esto no es posible porque se los utiliza en investigaciones científicas, que son benéficas para la sociedad claro está.
Aun
así, es preciso visibilizar si es viable y humano utilizar los animales en
investigaciones científicas, a causa de su dolor y sufrimiento. Desde mi punto
de vista particular, es muy difícil responder a la pregunta y más aún colocarla
en práctica, pues por un lado las investigaciones benefician a toda una sociedad,
pero por el otro está la humanización y sensibilidad por la vida animal. Lo
único de lo que si estoy segura, es que ninguna persona le gustaría ser
utilizada como “rata de laboratorio” para que experimenten una y otra vez con
diferentes dosis de drogas o fármacos en su cuerpo, para así poder aportar
científicamente a la sociedad.
También
es importante considerar que por las causas antrópicas, no todos los animales
pueden ser rehabilitados y que la liberación de esos especímenes inhabilitados
o discapacitados es sumamente peligrosa para la naturaleza, por lo que deberá
ser desaconsejada e impedida, por lo tanto los animales que no pueden ser
devueltos a la naturaleza, son criados en cautiverio en zoológicos, acuarios,
vivarios, jardines botánicos, entre otros. Estos sitios son considerados espacios educativos y del conocimiento, en
donde las personas se sumergen en el fascinante mundo de las especies y
mediante charlas se contribuye a aumentar la concienciación de la sociedad
sobre la importancia de la biodiversidad y su conservación, también ejemplifican
al público sobre las consecuencias posibles del tráfico ilegal de fauna o el
maltrato de las mascotas.
Pero pese a que estos sitios son lugares para ayudar a la conservación de las especies, muchos animales deben vivir y deambular en lugares reducidos, en condiciones y hábitats que no son los adecuados, también es común que en los zoológicos los animales sufran de muchas patologías como estrés, depresión, enfermedades mentales y físicas, por el encierro al que son sometidos y por el ahogo durante años. A la inversa de esto, muchos sitios se lucran, pues a muchas personas no les interesa la recuperación de las especies, sino las ganancias económicas que pueden obtener de ellos.
Por ello es imprescindible
educar a las personas, ya que es más rentable y benéfico que las especies vivan
en sus hábitats naturales. Así mismo se debe exigir más control en el tráfico
de especies silvestres, pues muchas veces estas especies domesticadas por el
hombre, no pueden reintegrarse a su hábitat natural y muchas otras mueren
generando así un desequilibrio ecosistemico.
Pero pese a que estos sitios son lugares para ayudar a la conservación de las especies, muchos animales deben vivir y deambular en lugares reducidos, en condiciones y hábitats que no son los adecuados, también es común que en los zoológicos los animales sufran de muchas patologías como estrés, depresión, enfermedades mentales y físicas, por el encierro al que son sometidos y por el ahogo durante años. A la inversa de esto, muchos sitios se lucran, pues a muchas personas no les interesa la recuperación de las especies, sino las ganancias económicas que pueden obtener de ellos.
También es importante que el
gobierno apoye las iniciativas en pro de conservar y proteger especies de
flora, fauna y los objetos de conservación como las especies amenazadas, en
riesgo, las especies endémicas, las especies bandera que son las carismáticas o
simbólicas para la conservación. Por lo general son grandes, llamativas y a
veces amenazadas, las especies paraguas que son aquellas cuya conservación tiene
un efecto directo sobre otras especies asociadas.
Para no perder la gran
biodiversidad biológica, como seres humanos pensantes y reflexivos debemos de
ayudar a preservar las especies, puesto que cada uno de los seres vivos que
habita en el planeta, tiene una función en el mantenimiento del equilibrio de
los ecosistemas y su ausencia puede provocar desequilibrios, pero su reincorporación
puede ayudar a restaurar ambientes degradados.
Elaborado por Jennifer Adriana Valencia Muñoz.
Elaborado por Jennifer Adriana Valencia Muñoz.
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